jueves, 20 de noviembre de 2008

Boletin Mensual -NOVIEMBRE DE 2008-

"SUPREMA OBEDIENCIA"
"Cuando la nube se detenía... entonces los hijos de Israel...no partían" Números 9:19


Esta era la prueba de suprema obediencia. El derribar tiendas era comparativamente fácil, cuando las plegaduras aborregadas de la nube paulatinamente se juntaban al lado del Tabernáculo y flutuabasn majestuosamente delante del ejército. El cambio siempre es delicioso; y había exitación e interés en el cambio, en el paisaje y la localidad del primer sitio de parada. Pero ¡hay de las detenciones!.

Por muy malo y sofocante que fuese el calor del lugar, por muy penoso que fuese para la carne y la sangre, por muy molesto que resultase para los impacientes de ánimo, por muy grande que fuese el peligro a que estaba expuesto, No había opción alguna sino permanecer acampados. Dice el Salmista: "Resignadamente esperé a Jehová, e inclinose a mí, y oyó mi clamor". No debemos dudar por un solo momento que lo que Él hizo por los santos del Antiguo Testament, lo hará también por los creyentes a través de todas las edades.
Dios aún nos hace que esperemos. A veces, frente a frente de enemigos que nos amenazan, en medio de alarmas, rodeados de peligros , debajo dela roca que amenza destruirnos. ¿No podemos marcharnos? ¿No es tiempo de que derribemos nuestras tiendas? ¿No hemos sufrido ya hasta lo máximo? ¿No podemos cambiar el deslumbramiento y el calor por pastos verdes y aguas apacibles?

No hay respuesta para esto. La nube se detiene y debemos pararnos, aunque seguros del maná, del agua de la roca, de cobijo y de defensa. Dios nunca nos deja en un lugar sin asegurarnos de Su presencia y enviarnos diariamente lo que necesitamos.
Joven, detente, no tengas prisa para hacer un cambio; Ministro, permanece en tu puesto. Tú debes detenerte hasta que la nube se mueva con toda claridad. Espera entonces, el perfecto plan de tu Señor. El llegará con tiempo mas que sobrado.



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