LA BATALLA ENTRE DOS NATURALEZAS
La Biblia fue escrita para un pueblo que tiene definido en su corazón que Dios es su redentor, salvador y Señor. El asunto radica en que el hombre una vez por la acción poderosa del Santo Espíritu de Dios sea salvo, rinda su corazón (sujete su ego a Dios) para que sea el Señor absoluto de cada área.
Tenemos una naturaleza pecaminosa (1 Jn. 1:8 vs. 1 Jn. 3:9)
La Biblia afirma que tenemos una naturaleza pecaminosa, y que debemos confesar que la poseemos. El negarlo es un engaño (1 Jn. 1:9; Jer. 17:9; Is. 6:5; Ro. 7:24). Cristo en nosotros no puede pecar, EL es esa simiente santa nacida en nuestro interior, y EL no puede pecar (1 Pe. 1:23). Con todo, a veces Nosotros sí pecamos, es pecado que viene de la vieja naturaleza.
TENER UN ESPIRITU SUPERIOR
Nuestra meta es alcanzar el nivel de un espíritu superior. Esto lleva al creyente a obtener el favor de Dios y de los hombres. ¡Daniel lo tenía! (Dn. 6:3). Un espíritu superior es el resultado de que la sabiduría haya entrado en nuestros corazones (Lc. 2:40; 2:52). Es sabiduría saber cómo reaccionar y responder a la gente y a las situaciones. Así mismo, es la capacidad de ver las cosas desde la perspectiva de Dios. La sabiduría es el regalo de Dios al valioso escudriñador, y El anhela impartírsela con liberalidad (Stgo. 1:5).
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